Rigoberto González Rendón forma parte de la segunda generación en hacerse cargo del negocio familiar, el cual inició alrededor del año 1930 por su padre José Zenón González de Dios y Vidal Rendón Macías, su madre.
Los fundadores comenzaron con la venta de frutas y verduras y él, quien desde muy niño había mostrado gusto por el puesto, se volvió parte fundamental. Así pues, en 1952 el negocio evolucionó y pasó de ofrecer frutas y verduras a una tienda de abarrotes llamada “Miscelánea Aladino” .
En 1965 se trasladó al estado de Jalisco a estudiar la Licenciatura en Economía en la Universidad de Guadalajara, regresando a Rosario en 1970 para hacerse cargo del negocio con el apoyo de su madre y Zenón, su hermano.

Durante la temporada navideña incursionaron en la venta de juguetes. El puesto, ubicado en las afueras del mercado, se convirtió en el punto de reunión familiar y en una tradición más, donde todos los miembros de la familia participaban para auxiliarlo en la conocida “Casita de los juguetes de mamá Vidal” ; dicha tradición terminó en 1998, así como la tienda de abarrotes en el año 2004, tomando la decisión de dedicarse solamente a la venta de loza.

En 2013 muere Doña Vidal, el pilar de la familia y del negocio. En ese momento la tienda pasó a manos de su hermano Zenón, pero siempre apoyado por él.
Así fue como la segunda generación tomó las riendas del negocio hasta que en el año 2020 se vieron forzados a cerrar temporalmente debido a la pandemia de Covid-19, mismo año en que murió su hermano Zenón y, en consecuencia, Alejandro González Uribe, hijo de Zenón, quedó al frente y dio paso a la tercera generación en atender el puesto de loza.

Algunos de los comerciantes de su tiempo y con los que convivió fueron: Manuel Ontiveros, Salvador Apodaca, Juanita Ontiveros, Chema Pimienta, Alejandrino Colado, Rosa García, Felipe Reyes, Ramona Durán, Doña Nico, Don José, Ramón y Clemen, Juanita y José, Tuqui Manjarrez, Abel López, Aurelio, Antonio Cañedo, Elías Zamora, familias Gómez, por mencionar algunos.